TERAPIA DE VITAMINA C


La producción de esta vitamina en los organismos, está relacionada con el nivel de estrés. Desde el punto de vista bioquímico, uno de los componentes fundamentales del estrés, es el estado de oxidoreducción alterado en los tejidos. Esta alteración está presente en casi todas las enfermedades, por eso cuando se utilizan dosis adecuadas de esta vitamina, se alteran notablemente el curso de muchas enfermedades.
Hoy se sabe que ciertos síntomas están asociados una falta casi total de vitamina C. Estos son algunos de los problemas que pueden presentarse:
infecciones. -artritis reumatoidea u otros trastornos del colágeno.-reacciones alérgicas a medicamentos y alimentos.
infecciones crónicas como el herpes.-fiebre reumática.-escarlatina.-trastornos de la coagulación.-ataques cardíacos.
traumas.-hemorroides.-flebitis.-asma y otras alergias.-varices.-hernias.-estrías.-arrugas.-desórdenes psiquiátricos.-senilidad.-cáncer.
Indicaciones


Fatiga crónica


La fatiga crónica era una enfermedad por sobreproducción de radicales libres, que dañan las mitocondrias. Cuando la molécula de vitamina C deja sus dos electrones extras para inactivar dos radicales libres, se recupera con dos electrones de la mitocondria. Si las mitocondrias se dañan y no pueden proporcionar estos electrones, la vitamina C se pierde rápida e irreversiblemente. Tomando dosis masivas de ascorbato, se evita esta pérdida, y este suministro continuado sustituye la incapacidad mitocondrial para proporcionar los electrones. La mayor función de las mitocondrias es proporcionar los electrones en forma de ATP a los músculos. Sin suficiente ATP para alimentar los músculos, se producirá fatiga.
Las mitocondrias se dañan a causa de virus, bacterias (a veces bacterias de pared deficiente, o formas L), toxinas de hongos, sensibilidad a los químicos (incluso algunas drogas), reacciones alérgicas, etc., y una vez dañadas se convierten en la principal fuente de radicales libres. Esto ocasiona un círculo vicioso.


Hepatitis


La debilidad severa, el malestar, la pérdida de peso, etc., típicos de la NPC ,son manifestaciones de baja Vit C debido a la rapidez con que este estado responde al ascorbato.


El Cáncer


La relación entre la vitamina C y el cáncer esta largamente documentada. Abraham Hoffer y Linus Pauling han destacado la exitosa experiencia del uso del ascorbato en el cáncer en mas de 1.000 casos en su libro “Vitamin C & Cancer”.
Uno de los aspectos que más preocupa hoy a los oncólogos es la angiogénesis, porque tanto la persistencia del tumor como la extensión de las metástasis dependen de este factor. El ascorbato, al reforzar la trama de colágeno e impedir la formación de nuevos vasos, ha mostrado una importante acción anti-angiogénesis.


El Herpes


Las infecciones por herpes tienen un notorio alivio con dosis masivas de ascorbato. Combinar el ácido ascórbico con zinc y lisina, mejora la eficacia de esta terapia. En los herpes crónicos, el ascorbato intravenoso es muy beneficioso.
La evidencia clínica indica que las dosis masivas de ascorbato, de 50 a 200 gramos en 24 horas, pueden suprimir los síntomas de la enfermedad y pueden reducir la notablemente la tendencia a infecciones secundarias


Entre las principales funciones de la vitamina C, podemos enlistar:


Su importancia en la síntesis de colágeno, que es la sustancia que se encarga de mantener unidas a las células, además de actuar en la cicatrización y regeneración de los tejidos.
Funciona como antioxidante, haciendo el papel de barrera para bloquear el paso de los radicales libres evitando el daño a otros nutrientes del cuerpo.
Mejora el sistema inmunológico, desarrollando una mejor resistencia ante enfermedades estacionarias como los resfriados. Sin embargo, parece que luego de contraerlo, la Vitamina C no llega a tener tanta efectividad.


Interviene en la síntesis de proteínas.
Desarrolla un papel importante en la creación de ATP, hormonas peptídicas, dopamina y tirosina.
Complejo B
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¿Por qué los deportistas necesitan mayores requerimientos de Vitamina B?


Indudablemente, una deportista frente a una persona sedentaria, va a requerir un mayor aporte nutricional, tanto a nivel de macronutrientes (proteínas, grasas y carbohidratos) como de micronutrientes (vitaminas y minerales). Dentro de las vitaminas, las del grupo B están directamente implicadas en la producción energética.


Vitamina B1


La vitamina B1 (Tiamina) es importante para todos los deportistas, aunque resulta especialmente importante para los involucrados en los deportes de resistencia. Una menor presencia de esta vitamina puede producir una reducción en la metabolización de los carbohidratos y por ende, reducir la capacidad física
En la práctica deportiva, los atletas de resistencia son los que más se benefician de la vitamina B1 y, en algunos casos, se han efectuado unos periodo de carga de B1 durante los cinco días previos a una prueba y al parecer, los que lo hicieron (entre 300 y 600mg al día) sintieron que disponían de más energía durante el esfuerzo. Otros deportes que parecen beneficiarse de la suplementación con B1 son los de concentración y puntería, dado que refuerza la función mental y además el estado anímico.


Vitamina B6


El uso de la vitamina B6 (Piridoxina) interviene en la metabolización del glucógeno muscular (para la obtención de ATP a partir de glucosa), en el de los aminoácidos. En casos de posible deficiencia de B6, podrá aparecer anemia, debido a que dicha vitamina interviene en la producción de glóbulos rojos. Las mujeres deportistas que tomen anticonceptivos orales debería aumentar la ingesta de vitamina B6. Otros efectos de su déficit sería una reducción en la potencia y resistencia muscular a la hora de recurrir al sustrato energético (glucógeno) durante el ejercicio.
La vitamina B6 estimula el anabolismo, es decir, la síntesis de proteínas y nuevos tejidos, mejora la función del sistema nervioso y la formación de neurotransmisores.


Vitamina B12


La vitamina B12 (Cobalamina o Cianocobalamina) es esencial para mantener una excelente salud y el equilibrio con otras vitaminas y por consiguiente favorecer el rendimiento físico. Es un excelente “activador energético”. Además ayuda en la digestión de las proteínas, y posterior absorción. La vitamina B12 permite que el cuerpo produzca hemo, un componente químico de la hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno en la sangre. La vitamina B12 también soporta la producción de mielina, una sustancia grasa que promueven la función nerviosa, y que permite que los impulsos eléctricos se transmitan de manera rápida y eficiente a lo largo de las neuronas.


Entre los síntomas de un déficit de vitamina B12 podemos encontrar: debilidad muscular, espasmos y calambres, fatiga, o cambios frecuentes de humor o inestabilidad. Hay que resaltar que los deportistas y atletas que realizan dietas veganas o vegetarianas deberían suplementarse con vitamina B12, dado que esta sólo se encuentran en los alimentos de origen animal